Sacar la voz es un trabajo de memoria e introspección en donde la cantante y rapera Ana Tijoux indaga en la configuración de su identidad, permeada por distintos países y tradiciones. Así nos presenta Lumen este libro, parte de su colección de memorias y biografías, donde podemos encontrar grandes publicaciones, como “Éramos unos niños” de la Patti Smith, o la premiada “Algo nuevo anterior” de Mauricio Redolés (que creo que voy a empezar a leer nuevamente). Hay que partir diciendo desde ya, que aquí estamos a la altura de sus mejores publicaciones.
Me encantan leer libros biográficos de músicos y grupos, las historias de sus encuentros, desencuentros y cómo crearon tal y cual canción. Pero el libro de Ana es distinto, primero que todo no se lee, se canta, se recita, es más un cancionero de su vida que una biografía, te la puedes imaginar cantando cada una de las palabras que aquí encuentras, tanto así que lo dividió en cuatro partes llamadas: acordes aumentados, acordes mayores, acordes menores y acordes disminuidos (acordes asociados a temples anímicos, para los que no sabemos de esas cosas), y todo acompañado de hermosas fotografías de su archivo personal.
Segundo punto que hay que señalar: aquí no va a encontrar anécdotas de giras, no va a saber en qué se basó para la rosa de los vientos, si con suerte pronuncia una vez Makiza (en la página 213, en un libro de 216), lo que va a encontrar aquí son historias que nos habla de amor, ese que siente por sus hijos, por sus padres y familia, por sus parejas y amores infantiles, por sus amigos, por la justicia social, por la champaña, y por la ira que lleva dentro, a la que dice que “ama en silencio con la furia del amor honesto”. En ninguna parte hay palabras de odio y resentimiento, ni siquiera a los ignorantes que la han atacado y criticado. Hay críticas al sistema, obvio, siempre ha sido una de sus banderas de lucha, y, como todo amor, también hay rabias, tristezas, temores y pesadillas, y algunos amores que te hacen daño.
Ana Tijoux nos dice que no sabe escribir canciones alegres, no importa, su pluma nos llena el corazón y hace que no queramos parar de leerla.
Nota aparte la foto de la portada: su chaqueta de cuero, sus anillos, sus tatuajes, sus pies descalzos y esas botas dr martens gastadas adelante, que nos dicen aquí estoy yo, esta soy yo, y este el camino que he recorrido.
Sin lugar a duda un gran libro, que creo hay que leer y re leer.
@cristian_ramone
Socio Página 128
Concepción
