Una psicoterapia es un viaje emocional a la niñez herida, que nos permite abrazarla, escucharla y sanarla, y a partir de allí lograr vivir de manera más tranquila y liviana, asumiendo que tenemos derecho a sentir y ser frágiles, y siendo capaces de vivir con menos corazas.
Una psicoterapia basada en la niñez herida tiene como fundamento una psicología con pensamiento crítico: sensible al lugar de la violencia y el trauma en el malestar subjetivo, cuestionadora del patriarcado, el neoliberalismo y el colonialismo, y atenta a no caer en el esencialismo naturalista ni en el cientificismo mecanicista.
Una psicoterapia basada en la niñez herida comprende que lo emocional es político.