Esta publicación recoge la dramaturgia de dos obras donde la acción transcurre en regiones, tomando distancia del polo metropolitano que convierte a Chile en una ficción geopolítica de Santiago. El texto de ambas obras remite a la experiencia del viaje y la constitución de comunidades, rasgos transversales al resto de la obra de Castillo —un autor cuya producción responde a pulsiones vitalistas, instanciadas en coros de personajes que le dan voz a las contradicciones del hipercapitalismo, la cultura transglobal y la postdictadura local. Retrofuturismo, suspenso paranoico y teorías conspirativas: con esos elementos, Castillo le da forma a las telúricas calamidades que fracturan el equilibrio del mundo en Tocopilla está en Chile y Enrodaje, un par de obras teatrales que también se leen como novelas posmodernas, libretos para musicales distópicos, literatura Netflix para una generación que aprendió inglés leyendo por streaming los subtítulos de las series que pirateábamos.
